El proceso de divorcio tiene efectos emocionales y psicológicos que pueden afectar a ambos miembros de la pareja, pero no de la misma manera. Cada persona vive el rompimiento de una manera determinada, en este artículo podrás conocer algunos aspectos a tomar en cuenta con respecto al impacto emocional desde la perspectiva masculina.
Tipos de divorcio en Guatemala:
- Por mutuo acuerdo de los cónyuges: a través de un proceso de divorcio voluntario.
- Por voluntad de uno de ellos mediante causa determinada (infidelidad, abandono del hogar, malos tratos), a través de un proceso de divorcio ordinario.
Según nuestra legislación ambos procesos se deberán de hacer frente a un juez de familia y, en ambos casos, necesitará de la asesoría de abogados.
Etapas emocionales del divorcio
Según Mckay (2000), las etapas emocionales del divorcio son:
- El trauma de la separación: Cuando finalmente la separación tiene lugar, la primera reacción puede ser alivio, entumecimiento o pánico. El alivio suele sentirse cuando la separación ha sido un proceso largo y accidentado. Para mucha gente, el trauma de la separación física empieza tras varias semanas de entumecimiento y negación. Una reacción muy común es el súbito miedo al abandono. Aunque el miedo a la separación llega de varias maneras, la mayoría de la gente lo experimenta como aprensión o ansiedad. Se sienten física y psicológicamente vulnerables y tienen grandes problemas para concentrarse en cualquier tarea compleja. El trauma de la separación puede durar entre unos pocos días y varios meses.
- Etapa la montaña Rusa: Durante la fase de la montaña rusa se pasa de una emoción a otra a velocidad de vértigo. Si la ex pareja llama, la persona se deprime. Una de las características de esta etapa, es que la persona puede hundirse en cuestión de segundos. Basta un profundo recuerdo, una cara solitaria, o una observación de los hijos para liberar los resortes emocionales.
- Etapa la construcción de la identidad: Durante esta etapa la pareja empieza a preocuparse por él o ella misma. Este nuevo narcisismo es un paso sano y necesario para recuperarse de la montaña rusa. Con la labor de la identidad empieza la persona a saborear la vida de nuevo, muchos experimentan nuevas aficiones. Durante este periodo mucha gente intenta recuperar el tiempo perdido.
- Etapa el Yo recentrado: Cuando se acaba con la labor de la identidad, se puede experimentar una sensación de poderío y realización. Es natural que todavía sientan algo por su antiguo conyugue, pero la mayor parte de la aflicción se supera en la etapa del recentrado. El pasado queda claramente atrás. Quizás recaigan ocasionalmente en la aflicción, pero será porque eligen seguir con sus sentimientos y no porque sean incapaz de evitarlo. La pena está allí, pero generalmente sin rencor o culpa. El presente es lo que importa ahora.
Efectos del divorcio
El divorcio produce en la pareja una gran sensación de fracaso. Aunque al principio pueda aparecer cierta sensación de liberación por haber tomado la decisión o por haber decidido solucionar un problema que ya resultaba insoportable, pronto se presenta la duda, la sensación de haber fallado, la culpa, el desasosiego y un profundo sentimiento de pérdida.
El dolor por el divorcio no es solo para la pareja, ya que ocasiona también un importante sufrimiento a los hijos. Los cambios que siguen al divorcio son muy estresantes para la mayoría de los hijos, aunque existen diversos factores que influyen notablemente en la adaptación a la nueva situación: el nivel de conflictividad entre los padres, la edad de los hijos en el momento de la separación o el divorcio, la calidad de la relación con el progenitor con el que viva, las nuevas parejas y relaciones de los padres.
El hombre frente al divorcio
En determinadas circunstancias, el divorcio es la mejor opción para uno o ambos miembros de la pareja. Cada caso es distinto y un mundo aparte, por lo que no se debe generalizar. El hombre al enfrentar la ruptura matrimonial se siente frustrado y lleno de miedos que ‘’a su manera intenta solucionar”; los hombres saben esconder mejor los sentimientos, por eso parece más fácil pretender que todo se acabó y que les va bien, pero en el fondo lo que han hecho es poner una ''curita'', encima de una enorme herida.
Un hombre que se divorcia queda generalmente herido: emocional, judicial y socialmente en inferioridad de condiciones. La figura masculina no es preparada para la supervivencia doméstica, y no se le reconoce a la paternidad el mismo estatus afectivo y jurídico que a la maternidad.
Síntomas que experimenta el hombre después del divorcio
Según Sinay (2009), surge una sensación de haber fracasado, miedo a que sus hijos dejen de quererlo, episodios de ansiedad, estrés por no tener a los hijos diariamente, pérdida de la autoestima, inseguridad económica, miedo al cambio (estilo de vida, de hogar, de círculo social que antes compartía con su pareja), depresión, insomnio, cansancio constante, falta de concentración en el trabajo y sentimiento de culpa.
- Por lo general, un hombre, al divorciarse de su pareja, también atraviesa por la separación de sus hijos, esto lleva al hombre a sentir un vacío profundo.
- El aspecto financiero afecta irremediablemente, debido a que se espera y se orden que cumpla con ciertas responsabilidades económica de su expareje y de sus hijos.
- La depresión y ansiedad son muy comunes en los dos géneros. La diferencia se marca en la manera en la que se enfrenta ese caos, ya que el hombre intenta enmascarar su tristeza, se relaciona mucho menos y busca salidas como alcohol, relaciones múltiples o el aislamento.
- Bienestar físico. No podemos dejar de lado las consecuencias físicas que trae una ruptura, ya que puede verse enfermedades continuas, desórdenes de alimentación y hasta descuido físico en los dos géneros.
- La autoestima sufre un golpe en hombres y mujeres. Esto es debido a que ante el divorcio se comienza a hacer un inventario de aquello que se entregó durante el tiempo que duro la relación, pensar en que se falló, tener pensamientos de un futuro incierto, imaginar a su expareja teniendo una nueva relación o sentir que ya no se es la prioridad para el otro. Es un juego de ego, de orgullo, que debe gestionarse a la hora de llegar a un acuerdo o velar por el bienestar de los hijos.
Si te encuentras atravesando una situación de este tipo, es importante generar un espacio para expresarse y también saber que puede ser incómodo, pero no durará mucho tiempo.
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Fuentes:
Revista Ecuatoriana de Psicología REPSI: Efectos emocionales que vivencian los hombres que atraviesan un proceso de divorcio
Psicologís y Mente: ¿Cómo impacta un divorcio en hombres y en mujeres?
Conservis Abogados: El Divorcio En Guatemala