Autoridades, científicos y activistas sociales concuerdan en que la migración laboral puede contribuir al crecimiento económico tanto del país de origen como en los países de tránsito y destino de las personas migrantes.
Gobernanza en la migración laboral
Este fenómeno no está exento de cierta complejidad, sobre todo en lo concerniente a los procesos de reclutamiento y contratación, la regularización de los trabajadores migrantes, los prejuicios respecto a la migración en las comunidades de acogida o la limitada información para empleadores y migrantes, por sólo citar algunos.
Durante el proceso migratorio, las personas en movilidad se exponen a muchos riesgos y algunos de estos pueden hasta vulnerar su integridad personal, así como sus derechos laborales.
Uno de los factores de riesgo más frecuente está emparentado con la limitada información o con la desinformación prevaleciente desde el país de origen en torno al proceso de migración laboral, lo cual redobla la posibilidad de caer en prácticas abusivas y fraudulentas, engaños o estafas e incluso quedar expuestos a ser víctimas de trata de personas, trabajo forzoso y explotación.
De igual manera, las personas trabajadoras migrantes pueden ser engañadas por presuntas agencias de empleo, intermediarios o reclutadores inescrupulosos, dados a cobrar tarifas exorbitantes o a recurrir a prácticas engañosas contrarias a lo previsto por las normas internacionales del trabajo y de los derechos humanos.
Los 11 países miembros de la Conferencia Regional sobre Migración (CRM: Belice, Canadá, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana) promueven la contratación ética y equitativa. Es decir, una gobernanza ventajosa de la migración laboral.
El espacio geográfico que abarca la CRM distingue por una dinámica sin precedentes en los flujos migratorios, que conforman un “complejo sistema de corredores de migración laboral, modificado permanentemente a causa de la demografía, la globalización, los factores ambientales y otros relacionados con la inestabilidad política y social”.
La feminización ascendente de la migración laboral en Centroamérica, donde 50% de las personas migrantes son mujeres, es una de las tendencias más marcadas de los flujos migratorios en la región y por ello es prioridad la creación de canales de información práctica y veraz sobre condiciones de trabajo y derechos laborales, pero también para la denuncia de violaciones a estos u otros derechos en medio de la vulnerabilidad a la cual ellas están expuestas en medio de estos procesos.
De ahí que el cumplimiento de la normativa internacional y nacional en relación con la problemática y la coordinación entre instituciones del área constituyan objetivos principales de los estados parte de la CRM, empeñados en crear canales de migración laboral regulares, ordenadas y seguras y en garantizar la prevención de las prácticas fraudulentas de contratación.
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Fuente:
Cuéntanos: Gobernanza en Migración