En este informativo te compartimos diferentes herramientas para que los niños y niñas despierten la curiosísimas, alegría y tengan una buena adaptación en su primer ciclo escolar.

Ante un nuevo ciclo escolar y el ingreso de los niños/as a la escuela, es importante cuestionarse sobre, ¿Cuáles son las diferentes herramientas de adaptación que hacen que los y las niñas vivan la experiencia de ingresar al centro infantil o la escuela, con curiosidad y alegría? Es relevante mencionar que según datos científicos, la adaptación de un niño/niña a nuevas situaciones del entorno se fortalece con las experiencias previas y los vínculos afectivos ya establecidos. La transición a las nuevas condiciones de vida implica cambios, por ejemplo, en los hábitos de dormir, alimentación, social, entre otros. Las características de la vida y la educación de un niño/a, los factores de riesgo y sobreprotección que vienen de la familia, la no satisfacción de la necesidad de independencia, el incumplimiento de horarios y el nivel de juego, son otros factores que inciden en el proceso de adaptación.

Te compartimos algunas recomendaciones que pueden ayudarte a que este proceso de transición sea mucho más fácil para los niños y niñas que ingresan a su primer año escolar:

¿Cuál es la importancia de la adaptación en la primera infancia?

El proceso de adaptación es fundamental para la transición beneficiosa del niño/a de un nivel educativo a otro. Las acciones y condiciones de recibimiento implican, abrigo, cuidado y aceptación desde el reconocimiento de sus características, potencialidades y necesidades particulares y se extiende a todos los días que el niño/a necesite para lograr adaptarse. La adaptación es un trabajo de todos que implica hacerlo sentir importante y acompañado en sus diferentes experiencias de desarrollo y aprendizaje, a partir de acciones por parte de todos, por ejemplo, los maestros, familiares, directivos, personal de apoyo, entre otros.

Recomendaciones para la adaptación y transición del primer ciclo escolar: Te compartimos algunas recomendaciones del proceso de adaptación que son claves y que pueden ayudarte a que este proceso de transición sea mucho más fácil para los niños y niñas que ingresan a su primer año escolar:

Individualidad: Cada niño tiene un ritmo propio a la hora de crear, sentir, comprender, ver al otro, realizar una actividad. Su voz, el vínculo que establece con los demás, sus fortalezas y dificultades lo hacen único a la hora de solucionar, enfrentar y buscar las respuestas y, por ende, aprender. Requiere flexibilidad en el enfoque del proceso.

Separación lenta del núcleo familiar: En la medida que aumenta el tiempo de permanencia del niño en el centro infantil, se reduce el tiempo que la madre /el padre emplea en participar con su hijo en el proceso de adaptación. Algunas de las medidas que se pueden tomar para que el momento de separación sea más tranquilo incluyen hablarles con anticipación de lo que va a suceder y llevarlos a ejecutar un reconocimiento del nuevo lugar y de las personas con las que compartirán su tiempo. Además de hacer partícipe al niño de estos cambios, estas actividades unen a la familia para que la transición se caracterice por mayor seguridad y confianza.

Incorporación gradual de procesos y actividades: Los diferentes momentos y actividades que el niño hace en la institución se van incorporando gradualmente. La satisfacción de necesidades básicas del niño, como la alimentación, el control de sus necesidades básicas, los juegos y todas las actividades orientadas por los agentes educativos, implican para el niño una nueva acción compleja. El juego es muy propicio para formar interrelaciones que posibilitan un buen proceso de adaptación a las nuevas condiciones de vida y al contacto con otros niños y adultos. El juego de participación, por ejemplo, es un indicador de la adaptación real del niño al ambiente educativo, ya que implica pasar de la dependencia hacia el adulto, a la relación de iguales con los compañeros.

Incorporación de nuevos hábitos y de respeto por los existentes: Todas las condiciones habituales del niño han de permanecer idénticas al máximo, para introducir poco a poco las nuevas variables y evitar aumentar el nivel de ansiedad. Considerar estos principios permitirá que la estancia del niño en un nuevo centro educativo sea más tranquila, interesante y feliz. Además, tener en cuenta la experiencia de vida que trae consigo el niño y su contexto familiar y cultural, serán los puntos de partida para el éxito en este momento de cambios para el niño y su familia.

Considerar estos principios permitirá que la estancia del niño en un nuevo centro educativo sea más tranquila, interesante y feliz. Además, tener en cuenta la experiencia de vida que trae consigo el niño y su contexto familiar y cultural, serán los puntos de partida para el éxito en este momento de cambios para el niño y su familia.

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Fuentes:

Mi primer ciclo escolar: Primeros pasos

Prensa Libre: Ciclo escolar