En Guatemala existe una taza alta de desnutrición, esto se debe a factores como la pobreza y la falta de acceso a la información o a los recursos. Al tener estas carencias, no se logra una alimentación balanceada y adecuada, que incluya aspectos esenciales para el desarrollo, tales como vitaminas, proteínas, lípidos y minerales. En este artículo informativo te compartimos algunos consejos para una buena alimentación de niños y niñas.
Ante cualquier sospecha de desnutrición, o duda sobre la dieta diaria, las necesidades calóricas y, especialmente, cambios injustificados en el peso, es recomendable consultar con un especialista en nutrición.
Recomendaciones para una alimentación saludable en niños y niñas
En casos donde el riesgo de desnutrición sea muy elevado, no debemos dejar pasar el tiempo para poner remedio. Siempre es más fácil remontar una desnutrición leve que una grave. Estas recomendaciones y consejos te ayudarán a promover una alimentación saludable en tus hijos:
- Ser muy estrictos con la higiene en la preparación de los alimentos: En muchos casos, las infecciones provienen de una elaboración deficiente. Hábitos tan sencillos como el lavado frecuente de las manos, el hervido de alimentos y conservación adecuada puede evitar muchos problemas.
- Fomentar la lactancia materna exclusiva: La OMS recomienda este tipo de alimentación hasta los seis meses de vida. Así, se evita el uso de otros alimentos que puedan estar contaminados o la ausencia de proteínas en la dieta de los bebés y niños.
- Priorizar la alimentación adecuada en las madres: Tanto antes del embarazo, como durante el mismo y el periodo de lactancia, para asegurar la calidad nutricional de la leche materna y frenar el bajo peso al nacer.
- Uso de agua potable: Para el consumo y la preparación de alimentos, de esta forma se evitan posibles enfermedades por bacterias.
- Intentar aportar ciertas cantidades de proteínas de alto valor biológico: Carne, pescado, lácteos y huevos a diario. Es posible usar también mezclas de cereales con leguminosas y frutos secos.
- Insistir en la necesidad de tomar cereales, grasas, hortalizas como fuente de calorías: Así, las pequeñas cantidades de alimentos proteicos se pueden utilizar para su finalidad de crear y recuperar tejidos y emplearla en el crecimiento infantil.
- Adecuar la dieta a las características propias de cada niño: Incluyendo gustos, costumbres, estado fisiológico, etcétera. De esta manera, quizás en alguna ocasión tendremos que triturar los alimentos si no se pueden masticar o tragar. También podemos recomendar, en ocasiones, empezar a comer por el segundo plato para que sea el más consumido y adaptar las comidas principales a los horarios de mayor apetito. Revisar el estado de la dentadura también es interesante, así como verificar que la deglución se realiza correctamente.
- Enriquecer con métodos naturales las comidas: Añadir queso, leche, huevo, nata, aceite de oliva, mantequilla, frutos secos o algún otro producto calórico y proteico que no ocupa mucho espacio, por lo que no producen gran sensación de saciedad. Opta por productos frescos y no procesados.
- Preparar los alimentos sin exceso de aceites: Cocina al vapor, a la plancha o al horno para evitar que se produzcan las grasas saturadas.
Recuerda la importancia de consumir agua pura y limita el consumo de azúcar y sal, pues son altamente perjudiciales para el organismo si se consumen en exceso, provocando en el futuro enfermedades como la hipertensión o la obesidad.
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Fuentes:
Web Consultas: Alimentación en la desnutrición
Universidad Da Vinci de Guatemala: Consejos para una alimentación saludable