La decisión de procrear es una decisión natural en los matrimonios, puesto que uno de los propósitosde las parejas es formar una familia estable en donde los niños puedan crecer y madurar para que, en su momento, puedan formar su propia vida. Cuando llega el momento de que los hijos partan del hogar pueden surgir emociones de tristeza, soledad, pérdida y desamparo. A este proceso se le conoce como Síndrome del nido vacío. En este texto informativo te brindamos información más detallada sobre este padecimiento, cómo afecta la salud emocional de los progenitores y algunas recomendaciones a tomar en cuenta para afrontarlo.
¿Qué es del síndrome del nido vacío?
El síndrome del nido vacío hace referencia a una de las etapas más difíciles a nivel familiar. Se caracteriza por la presencia de diferentes síntomas físicos y emocionales, los cuales tienden a aparecer después de que los hijos abandonan el hogar para independizarse. Esta situación puede afectar a cualquier padre, sin importar su sexo, edad, empleo o sus intereses familiares.
Puede entenderse también como un proceso de duelo, donde hay que pasar por diferentes fases para aceptar la ausencia y readaptarse a una nueva dinámica familiar. Como en cualquier duelo, si no se procesa adecuadamente ocasiona problemas que pueden derivar en alguna afección a nivel mental.
Síntomas del síndrome del nido vacío
• Emociones de tristeza, pérdida del sentido de vida, sensación de soledad, vacío y aburrimiento
• Falta de interés por cumplir las actividades diarias
• Deseos de llorar con frecuencia.
• Se hacen presentes los recuerdos de los hijos/as en sus diferentes etapas de crecimiento
• Pérdida de objetivos, propósitos o ilusiones
• Creencias limitantes relacionadas con que nunca se va a ser tan feliz como cuando los hijos/as estaban en casa.
• Dolores físicos y también insomnio o el deseo de dormir por largas horas.
¿Cómo afecta el síndrome del nido vacío a las familias?
En los casos más graves pueden presentarse otros síntomas como alcoholismo, malestar físico, trastorno depresivo, pérdida de apetito, dependencia emocional y trastornos de ansiedad. Recuerda que este síndrome no dura toda la vida. En circunstancias normales no debería durar más de seis meses, puesto que este es el tiempo prudente para adaptarse a una nueva forma de vida. Si se prolonga por más tiempo, la ayuda psicológica podría ser necesaria para superarlo.
Recomendaciones para afrontar el síndrome del nido vacío:
Aunque el tratamiento psicológico es la opción más eficaz para tratar el síndrome del nido vacío, si se siguen las siguientes recomendaciones, una persona podría ser capaz de superarlo por sí misma:
- Anticiparse a la partida de los hijos
- Reconocer que los hijos deben independizarse, pues se trata de un proceso normal de la vida. Cuando esto se acepta, es más fácil adaptarse
- Aprovechar que ya no están presentes responsabilidades con los hijos y permitirse disfrutar más tiempo en familia o en pareja
- Practicar nuevas actividades o vivir nuevas experiencias positivas, sobre todo aquellas que no podían hacerse antes por no tener suficiente tiempo
- Desahogar los sentimientos hablando con un amigo o familiar puede ayudar a aliviar la tristeza.
- Mantenerse en contacto con los hijos mediante una sana comunicación ayuda a aliviar los sentimientos de nostalgia
Es importante mencionar que la relación con los hijos no se ha acabado, aunque el rol como padres haya cambiado. Recuerda que todo padre cría a sus hijos y los prepara para el momento en que sean capaces de avanzar, velar por sí mismos e independizarse. Siéntete orgulloso/a porque has sido parte fundamental en sus vidas. Es parte del curso natural dejar partir a los hijos/as. Por ello, disfruta el momento y fomenta estas recomendaciones para poder aceptar los diferentes cambios de la vida.
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Fuentes:
Awen Centro de Psicología y Salud Emocional: Síndrome del nido vacío: síntomas, consecuencias y consejos
Diario El País: Síndrome del nido vacío: cómo gestionar las emociones cuando los hijos se van de casa