Es importante tener clara la definición de amor propio para poder determinar y examinar la importancia que tiene desarrollarlo en la vida. Según la RAE es: “el amor que alguien se profesa a sí mismo, y especialmente a su prestigio, afán de mejorar la propia actuación”; otra definición indica que es “La consideración y estima que una persona siente por ella misma y por la cual espera ser considerado y estimado por los demás”. En esta nota informativa podrás conocer más acerca del amor propio y algunas formas de fortalecerlo.
El amor propio es un aspecto sumamente importante para gozar de bienestar psicológico y se puede entender como la aceptación de los sentimientos que tenemos por nosotros mismos, hacia nuestro físico, personalidad, carácter, actitudes y comportamientos. El respeto, las percepciones, el valor, los pensamientos positivos y consideraciones que tenemos de nosotros, debe depender, en gran medida, de nuestra voluntad y no de las demás personas, ni de las situaciones o entornos en que nos desenvolvemos.
Características de una persona con amor propio
Es un elemento esencial en la vida del ser humano, puesto que “nadie puede dar lo que no tiene”, dicho de otra forma, para amar al prójimo hay que amarse a sí mismo. Esto se logra con autenticidad, autoestima y honestidad, además de dejar de buscar en el exterior lo que ya se tiene en el interior. Una persona que tiene amor propio muestra seguridad, aceptación propia, simpatía, respeto e independencia, estas características se evidencia siempre en su crecimiento personal, su salud, su formación y su esfuerzo para cumplir cada meta que se proponen.
Amarse a uno mismo es ser coherente con las cosas que uno quiere realizar y que benefician nuestro crecimiento personal; tener esa relación congruente entre lo que dices y lo que eres. Para lograrlo puedes iniciar actividades como pasatiempos, trabajos gratificantes, oportunidades de superación.
Proyectar una imagen adecuada permitirá elegir a las personas adecuadas para compartir y contar con mejores recursos ante cualquier desafío o problema.
Características de la falta de amor propio
La falta de amor propio en una persona se evidencia con inseguridad, soledad, miedo, enfado, vergüenza, culpa, esto lleva a que no puedan poner límites a los demás, llegando a permitir, en algunos casos, maltrato emocional, psicológico y/o físico.
Se debe tomar en cuenta que el verdadero significado de amor no es un sinónimo de egoísmo, por el contrario, este último puede ser una señal de baja autoestima, debilidad, tristeza, dependencia emocional, inseguridades, irrespeto por sí mismo y desvalorización.
Formas de fortalecer el amor propio
A continuación, se describe una serie de aspectos relevantes que son fundamentales para el fortalecer el amor propio:
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Permanecer atento y consciente de ti mismo: Toda persona que trabaja en su amor propio está consciente de lo que piensa, siente y desea; esto te permite saber quién eres y actuar de forma coherente y con base en tus propios anhelos o deseos.
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Actuar en función de las necesidades y no de los deseos: Debes velar por las necesidades propias antes de cumplir los deseos; por encima de tus deseos o caprichos, está la importancia de afrontar las carencias.
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Tener cuidado personal: Este aspecto es fundamental para desarrollar el amor propio porque es el que permite tener una apariencia y vida saludable, esto se logra a través de actividades diarias que incluyen una buena alimentación, ejercicio, buen sueño, descanso, intimidad e interacciones sociales sanas, esta es una práctica saludable que permite tener un equilibrio físico, mental y emocional.
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Establecer Límites: Uno de los principios del amor propio es establecer límites en cualquier ámbito de la vida o relaciones en donde es fácil decir la palabra NO, cuando no se está de acuerdo en algo o ante aquello que afecta física, emocional o mentalmente.
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Protegerse de las personas negativas (tóxicas): Parte del proceso del amor propio es protegerse de las personas negativas o que no aportan a tu vida, en lugar de ello, te hacen perder tiempo y energía; en la mayoría de los casos solo quieren hacerte daño. Este tipo de personas pueden ser amigos, compañeros de trabajo o de estudio, familia o, incluso, hasta la propia pareja.
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Perdonarse a sí mismo: Ser responsables de las acciones no implica que se tenga que cargar con la culpa eternamente. Las personas que se aman así mismas aprenden día a día de sus errores, los aceptan con humildad y se perdonan; esto se transforma en libertad.
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Vivir con intención: Llevar el amor propio en conjunto con un propósito de vida; esto permite tener una vida significativa que te conduzca a tomar decisiones en beneficio de tus objetivos.
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Aceptar que no todo está bajo tu control: Siempre existirán situaciones que estarán fuera de nuestras manos y que se rigen por factores externos. De esta manera evitarás sentimientos de inconformidad, frustración e infelicidad. Tienes poca o nula responsabilidad en las acciones de los demás; no todo se puede ajustar a lo que se espera o se desea, si sueltas esto, la vida le sorprenderá.
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Conocer personas: Tener personas que le aportan a tu vida te va a permitir conocer de mejor manera tu entorno y seleccionar de mejor forma tus amistades.
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Conocer tus fortalezas y debilidades: Valorar tus fortalezas y debilidades te permitirá conocerte de mejor manera y trabajar en mejorar tus debilidades.
“Ámate a ti mismo primero y todo lo demás vendrá a continuación. Realmente tienes que amarte a ti mismo, para conseguir hacer algo en este mundo”. - Lucille Ball
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Fuentes:
Therapyside: Amor propio: ¿qué es y cómo nos afecta?
Cuidate plus: Amor propio: cómo quererse a uno mismo sin caer en el egoísmo