A través de la autoestima se puede conocer el concepto que tienes de ti mismo, puesto que te permite identificar las fortalezas y los puntos a mejorar para avanzar como personas. En esta nota informativa podrás conocer acerca de la autoestima y algunas formas de fortalecerla.

La autoestima se define como la autovaloración que se tiene, es decir, se trata de un conjunto de percepciones, pensamientos y sentimientos sobre sí mismos que determinará la manera de comportarse y relacionarse con los demás.

Diferencia con el autoconcepto

El autoconcepto es entendido como la autopercepción que se tiene de sí mismo que te lleva a formar un concepto mental sobre quién eres, es decir, la imagen mental de ti mismo o la percepción e idea de como eres física y psicológicamente. Esta imagen se forma a través del tiempo, dando inicio desde la infancia; es una idea que no necesariamente coincide con la que los demás piensan de ti o con la realidad.

La autoestima surge a partir de la aceptación del autoconcepto. Entre más realista sea el autoconcepto, más adecuada será la interacción con el ambiente que te rodea. Para tener una autoestima sana es importante identificar y definir los cuatro autoconceptos que son parte del ser humano y que, de forma integrada, establecen la calidad de vida emocional; estos tipos de autoconcepto afectan a diferentes áreas de la vida:

  • Autoconcepto personal: Son las creencias sobre sí mismo, la manera de evaluar el comportamiento, la relación con el cuerpo.
  • Autoconcepto social: Son las creencias sobre lo que opinan los demás de ti mismo. Condicionará la habilidad para solucionar conflictos, la manera de relacionarse con los demás y la comunicación asertiva.
  • Autoconcepto familiar: Son las creencias y sentimientos sobre el papel como hijo, pareja, progenitor, etc.
  • Autoconcepto intelectual / profesional: Es la percepción sobre las aptitudes y/o capacidades que se tienen y desarrollan en los diferentes espacios o ámbitos laborales.

Características de una autoestima sana

La infancia es una etapa crucial en la conformación de la autoestima porque nuestras primeras experiencias y aprendizajes condicionarán, en gran medida, nuestro desarrollo, es por ello, que es relevante y fundamental la forma en que es tratado un niño, el lenguaje que se utiliza y el mensaje que se transmite por parte de los padres y cuidadores. Tener una autoestima sana te permitirá:

  • Estabilidad emocional.
  • Fortaleza para afrontar adversidades y fracasos.
  • Motivación para la consecución de las metas.
  • Esfuerzo por lograr objetivos.
  • Mejora en las relaciones interpersonales.
  • Asertividad en la comunicación con los demás
  • Cuidado de tu salud física y mental
  • Mejora del estado de ánimo.

¿Cómo fortalecer la autoestima?

Tener una autoestima sana permite aceptarse a sí mismo y tener una vida plena, a continuación se identifican una serie de recomendaciones que permiten fortalecerla todos los días, permitiendo que el resultado sea trascendental y significativo.

  1. Dejar de atacarse: El ser realista es lo que va a permitir el tener un panorama claro de nuestras virtudes y defectos, no es buscar la perfección, sino el buscar diariamente el ser feliz y para ello es importante el aceptar que las cosas no se hacen siempre bien, que se cometen errores o que como persona se tendrán debilidades o errores y que el trabajo solo es el mejorar para aprender de ello; así mismo el no restarle importancia a las cosas que se saben hacer bien, sino valorarlas como se merecen.
  2. Empezar a trabajar en pensar positivo: Enfocarse en las cosas buenas de la vida puede ayudar a salir de la dinámica negativa, a veces podemos llegar a ser demasiado críticos con nosotros mismos, contrarréstalo diciendo algo positivo, puedes iniciar anotando, todos los días, tres cosas sobre ti mismo que te hagan feliz.
  3. Establecer metas realistas: Puedes comenzar con metas pequeñas o cortas que realmente sean fáciles de alcanzar y así notar los resultados poco a poco, naturalmente, estarás consiguiendo lo que te propones. Si se fracasa hay que aprender de ello y no culparse por mucho tiempo.
  4. No compararse: Cada persona es única y especial; esto incluye sus virtudes y defectos, así como sus logros y fracasos. Compararse constantemente con alguien es un grave error porque cada ser humano tiene sus propias capacidades y formas de ver el mundo. Idealizar la vida del resto te llevará a sentirte desgraciado; cree y confía en ti.
  5. Aceptarse y Perdonarse: Acepta que cometerás errores porque todo el mundo los comete. Recuerda que las aptitudes de una persona están en constante desarrollo y que cada uno sobresale en cosas diferentes. Como ejercicio, puedes escribir una carta en la que describas todo aquello que no te gusta de ti y todo aquello de lo que te sientas culpable; luego, léela con atención y resalta lo que puede mejorar, despídase de esa carta y, a partir de ese momento, empieza de cero.
  6. Tratarse con cariño, respeto y amor: Recuerda que tienes derecho a ser feliz y disfrutar de tu vida y compartir con las personas que te rodean.
  7. Regalarse tiempo: Esto se logra a través de hacer actividades que te hagan feliz y te permitan conocerte. Colabora en una labor social, haz ejercicio, práctica un deporte o desarrolla un pasatiempo.
  8. Supera tus dificultades: Establece metas, piensa en qué le gustaría conseguir, diseña un plan para hacerlo y anota tus progresos; siéntete orgulloso de tus opiniones e ideas, no tengas miedo de expresarlas. Cada noche, antes de ir a acostarse, piensa en las cosas buenas que te ha traído el día, los retos superados, los errores que se han cometido y cómo puedes mejorar.

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Fuentes:

Psicoglobal: La importancia de la autoestima: qué es y cómo influye en tu vida

Enciclopedia Humanidades: Autoestima