De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 40 segundos ocurre un suicidio a nivel global, convirtiéndose en una prioridad en salud pública. Puede ocurrir en cualquier región del mundo, independientemente de la condición económica, estatus social, religión o género. Sin embargo, investigaciones indican que el 79% de casos registrados han ocurrido en países de bajos y medianos recursos y que es la tercera causa de muerte entre jóvenes de edades entre los 18-29 años. En esta nota informativa podrás conocer acerca de las ideas suicidas y cómo apoyar a alguien que las tenga.
El riesgo que la persona cometa suicidio puede incrementarse si ha pasado o está pasando por un momento que resulta estresante para él o ella, como, por ejemplo: pérdida de un ser querido, despidos, divorcios, mudanzas, etc. Otros factores predisponentes de la ideación suicida son las situaciones de desastre de alcances mundiales como las pandemias o las guerras.
Algunas señales de alerta que puede mostrar una persona que quiere cometer suicidio
- Expresa abiertamente que ya no quiere seguir viviendo y que desea quitarse la vida.
- Expresa las formas en que podría cometer el acto.
- Mantiene cerca objetos para hacerse daño, expresando que podría utilizarlos.
- Se aísla y deja de comunicarse con sus familiares y amigos.
- Consume excesivamente sustancias dañinas.
- Ya no realiza las actividades que le generaban placer. Por ejemplo: ejercitarse, pintar, reunirse con amigos, etc.
¿Qué podrías hacer si observas estas señales de alerta en un conocido o familiar?
- Evita minimizar lo que la persona está sintiendo en esos momentos. La tristeza y desesperanza que está viviendo en ese instante son emociones válidas y reales para la persona. De preferencia no utilices frases como “eres fuerte”, “puedes seguir adelante”, “ve el lado positivo de las cosas”, “solo tienes que dejar de pensar negativamente”, ya que eso solo estaría negándole un espacio de desahogo para él o ella.
- Trata de no comparar su experiencia con la tuya o la de alguien más. Cada persona tiene experiencias e historias de vida únicas. La forma de reaccionar ante ciertas circunstancias va a variar dependiendo de los recursos y habilidades de cada ser humano. Además, comparar puede empeorar la sensación de incapacidad en la persona y aumentar el riesgo de cometer suicidio.
- Escucha activamente. Hazle saber a la persona que estás ahí para escucharla y trata de no hacer ningún comentario mientras esté hablando. Brinda tu opinión de manera neutral solo si la persona te lo pide.
- No lo dejes solo/a. Si tienes que hacerlo porque no tienes otra alternativa, busca apoyo con alguien más para que lo acompañe.
- Compártele opciones de atención psicológica. Si la persona te confiesa su plan detallado de cómo va a suicidarse.
- Llama a una autoridad competente. Si la persona ya tiene el arma o los elementos listos, junto con un tiempo y lugar establecido.
- Infórmate más de qué son las ideaciones suicidas para que puedas tener mayor empatía y puedas brindar un mejor apoyo.
Recuerda que es muy importante apoyar a una persona con intenciones suicidas, pero toma en cuenta que si a pesar de tu apoyo la persona lo realiza, no debes de culparte, ya que es una decisión que pudo haber estado más allá de tu alcance.
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Fuentes:
Biblioteca de bienestar Cigna: Material acerca de la prevención del suicidio
Organización Mundial de la Salud (OMS): Suicidio