Muchas veces, los niños y adolescentes que se encuentran afrontando una situación de abuso callan por miedo y/o culpa, por ello, es importante que los padres o cuidadores estén atentos a señales que podrían estar evidenciando esta problemática. En este artículo informativo podrás conocer algunas de estas.

Tipos de abuso

Dentro de los tipos de abuso a los que se encuentra expuesto un niño, niña o adolescente, encontramos los siguientes:

  1. Abuso físico: se refiere a golpes, empujones, pellizcos, mordidas o cualquier otra acción que genere un daño en el cuerpo.
  2. Abuso sexual: Consiste en cualquier acción con connotación sexual realizada de forma forzada y sin consentimiento del menor. Comprende conductas como acariciar, besar, abrazar y sostener relaciones sexuales.
  3. Negligencia: Consiste, principalmente, en desatender las necesidades del menor, como, por ejemplo, privarle de poder comer, de tener un hogar o de recibir afecto.
  4. Violencia psicológica: Se da principalmente cuando el niño o adolescentes es víctima de acoso escolar o bullying en el establecimiento educativo en el que estudio. Se refiere a acciones como insultos, humillaciones, amenazas, burlas, entre otras.

Factores de riesgo

Contrario a lo que se cree, la mayor parte de abusos infantiles se dan dentro de la misma familia. Algunos aspectos para tomar en cuenta que podrían predisponer a la aparición del abuso son:

  • Cuadros depresivos o ansiosos en los padres o cuidadores
  • Violencia doméstica en el hogar donde vive el niño, niña o adolescente
  • Desatención de los padres
  • Abuso de sustancias adictivas por parte de los familiares cercanos

Señales de alerta de posible abuso

Los niños, niñas y adolescentes que se encuentran sufriendo una situación de abuso suelen sentir vergüenza por lo que les ha pasado y miedo de su abusador; esto los lleva a callarlo. Los padres o cuidadores deben involucrarse si detectar ciertas señales como:

  • Conducta evitativa y temerosa
  • Dolores o sangrados
  • Pesadillas, tristeza profunda, miedos infundados
  • Problemas de autoestima
  • Bajo rendimiento escolar
  • Aumento o disminución inusual del apetito
  • Evidencias de agresiones como aruños, raspones o moretones
  • Aumento o disminución de peso repentino y acelerado
  • Comportamiento sexual inadecuado a la edad del menor
  • Aislamiento y alejamiento de los seres queridos
  • Necesidad constante de afecto
  • Irritabilidad y desesperación
  • Intentos de escapar de casa
  • Defensas bajas, por lo que el menor se enferma con frecuencia
  • Conductas regresivas propias de una etapa de vida anterior tales como chuparse el dedo y orinarse en la cama
  • Nerviosismo y tensión al convivir con algún adulto en específico
  • Problemas de desarrollo y de aprendizaje
  • Si recibe obsequios o dinero de formas inexplicables
  • Interacciones por redes sociales a altas horas de la noche

A pesar de que estas son señales que podrían indicar un posible abuso, también pueden deberse a otro tipo de circunstancias que le estén generando estrés o incomodidad al menor; por ello, es importante que los cuidadores puedan comunicarse con empatía y respeto para conocer la causa de estos signos de alerta.

¿Qué hacer como padres o cuidadores ante una situación de abuso?

Como padres o cuidadores es importante tomar cartas en el asunto a la brevedad posible si se evidencia un abuso al niño, niña o adolescente. Dentro de las acciones que se pueden tomar están las siguientes:

  1. Denunciar ante las autoridades competentes
  2. Proporcionar un ambiente seguro en el que el niño o adolescente pueda sentirse tranquilo y libre de cualquier otro abuso
  3. Comunicarse abiertamente y escuchar atentamente lo que el menor tiene para decir
  4. Empoderar al niño/a o adolescente haciéndole ver sus fortalezas y capacidades
  5. Explicar la importancia de mantener el espacio personal y evitar el contacto con extraños
  6. Enseñar que todas las personas tenemos la posibilidad de decir ‘’no’’ si algo no nos gusta o nos incomoda
  7. Acudir al psicólogo y/o al pediatra para evitar o reducir posibles problemas del desarrollo

Recuerda que una niña, niño o adolescente que ha sufrido algún tipo de abuso necesita una red de apoyo que le permita sentirse seguro. Al conocer que alguien atraviesa por este tipo de problemática, es de suma importancia actuar rápidamente, de esta manera, podrán evitarse consecuencias negativas que se reflejen en su desarrollo físico y emocional.

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Fuentes:

Child Mind Institute: Señales de abuso sexual en niños y adolescentes

Healthy Children: Abuso y negligencia infantil: qué deben saber los padres

Cuéntanos Honduras: Señales de alerta para detectar el abuso sexual en niños