Las pausas activas son un elemento vital para mantener la salud y la productividad en el lugar de trabajo. Estas breves interrupciones en la rutina laboral o educativa pueden aportar beneficios significativos a nuestra salud física y mental. En este informativo te compartimos más información sobre las pausas activas.

¿Qué son las pausas activas?

Las pausas activas son cortos periodos de tiempo, usualmente de 5 a 10 minutos, durante los cuales se realizan ejercicios o actividades físicas para interrumpir la rutina sedentaria, especialmente para aquellos que pasan mucho tiempo sentados o frente a un ordenador. Estas pausas pueden incluir estiramientos, caminar, ejercicios de respiración o incluso pequeños juegos que impliquen movimiento.

Realizar pausas activas durante la jornada laboral o de estudio tiene múltiples beneficios. Estos incluyen la disminución de la fatiga, el estrés y la tensión muscular, la mejora de la circulación y la concentración, y el aumento de la productividad y el bienestar general.

Recomendaciones

Para implementar de manera efectiva las pausas activas en tu rutina diaria, puedes seguir estas recomendaciones:

• Establece horarios fijos: Programa tus pausas activas en momentos específicos del día, preferentemente cada dos horas, para que se conviertan en parte de tu rutina regular.
• Varía las actividades: Realiza diferentes tipos de actividades durante tus pausas para mantenerlas interesantes y para ejercitar diferentes partes de tu cuerpo.
• Involucra a otros: Si es posible, involucra a tus compañeros de trabajo o estudio. Esto puede hacer las pausas más agradables y promover un ambiente laboral saludable.
• Escucha a tu cuerpo: Elige actividades que se ajusten a tu nivel de condición física y no te presiones para realizar ejercicios que te resulten incómodos o dolorosos.
• Utiliza recordatorios: Configura alarmas o recordatorios en tu teléfono o computadora para recordarte que es momento de tu pausa activa.
• Elige actividades que disfrutes: Para que las pausas activas se conviertan en una parte habitual de tu día, selecciona actividades que realmente te gusten. Puede ser tan simple como escuchar tu canción favorita y bailar al ritmo.
• Realiza ejercicios de respiración o meditación: No todas las pausas activas tienen que ser de alta energía. Ejercicios de respiración profunda, yoga o meditación pueden ser una excelente manera de relajarse y recargar energías.
• Usa una silla o escritorio ergonómico: Si pasas mucho tiempo sentado, considera invertir en un escritorio o silla ergonómica. Esto puede ayudar a minimizar la tensión en tu cuerpo durante el día.
• Bebe agua: Asegúrate de mantenerte hidratado durante el día. Beber agua no solo es esencial para tu salud, sino que también puede ser una excelente razón para levantarte y moverte un poco.
• Caminar o subir escaleras: Si puedes, aprovecha tus pausas para dar un breve paseo, ya sea dentro o fuera de tu lugar de trabajo o estudio, o subir un par de pisos por las escaleras.

Al incorporar estas breves interrupciones en tu rutina diaria, puedes mejorar significativamente tu productividad, concentración y, lo más importante, tu salud física y mental. Recuerda, un poco de movimiento puede hacer una gran diferencia.

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Fuentes:

Fermín Martínez Gómez : Pausas Activas

Fernando Machuca: Pausas