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En la actualidad las enfermedades de trasmisión sexual son más conocidas por sus diferentes consecuencias y aunque todos somos susceptibles a contraer infecciones de transmisión sexual, es fundamental comprender los desafíos específicos que enfrenta la comunidad LGBTIQ+ y cómo pueden adoptarse medidas preventivas efectivas. En este informativo te compartimos más información sobre  las prácticas de prevención, los recursos disponibles y la importancia de la educación en salud sexual para garantizar el bienestar de la población.

¿Qué son las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)?

Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) son enfermedades causadas por microorganismos que se transmiten de una persona a otra durante el contacto sexual. Algunas de las ITS más comunes son el VIH/SIDA, la sífilis, la gonorrea, el herpes genital y el virus del papiloma humano (VPH).

La población de la comunidad LGBTIQ+ se encuentra en riesgo de contraer ITS debido a diversos factores. En primer lugar, existe una falta de educación sexual integral y acceso a servicios de salud adecuados que estén adaptados a las necesidades específicas. Además, el estigma y la discriminación a los que se enfrentan las personas LGBTIQ+ pueden dificultar el acceso a la información, la prevención y la atención médica oportuna.

¿Cómo prevenir las ITS en la comunidad LGBTIQ+?

  1. Concienciación y educación: La prevención de infecciones de transmisión sexual comienza con la concienciación y educación. Es esencial que la población LGBTIQ+ tenga acceso a información precisa y actualizada sobre las diferentes infecciones, los modos de transmisión, la importancia de las pruebas regulares y las prácticas sexuales seguras. La educación en salud sexual juega un papel fundamental en el fomento de comportamientos saludables y la reducción de riesgos.
  2. Uso de barreras de protección: El uso adecuado de barreras de protección, como condones internos y externos, es esencial para prevenir la transmisión de infecciones de transmisión sexual. Tanto en las relaciones sexuales vaginales, anales u orales, el uso de condones y otros métodos de barrera puede reducir significativamente el riesgo de contagio.
  3. Pruebas regulares: Realizarse pruebas regulares de detección de infecciones de transmisión sexual es fundamental para detectar posibles infecciones y recibir tratamiento temprano. La población LGBTIQ+ debe ser alentada a realizarse pruebas periódicas, incluso en ausencia de síntomas, ya que algunas infecciones pueden no presentar señales evidentes.
  4. Vacunación: Algunas infecciones de transmisión sexual, como el virus del papiloma humano (VPH), pueden prevenirse a través de la vacunación. Es importante que la población LGBTIQ+ consulte con profesionales de la salud sobre las vacunas disponibles y las recomendaciones específicas para su protección.
  5. Acceso a servicios de salud inclusivos: Garantizar un acceso equitativo a servicios de salud inclusivos y libres de discriminación es crucial para la prevención de infecciones de transmisión sexual en la población LGBTIQ+. Los proveedores de salud deben estar capacitados para ofrecer servicios culturalmente competentes y respetuosos, brindando un entorno seguro y confidencial para abordar las necesidades de salud sexual de la comunidad.

Es fundamental promover una educación sexual inclusiva y accesible, así como el acceso equitativo a servicios de salud sexual y reproductiva, para reducir la incidencia de ITS en la comunidad LGBTIQ+. Además, es necesario trabajar en la eliminación del estigma y la discriminación para garantizar que todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, tengan un acceso equitativo a la atención médica y a una vida sexual saludable y segura.

Opciones de atención: 

  • Comunidad Amigable de la Diversidad Independiente: CADI
  • Proyecto JOLU Guatemala: JOLU
Fuentes:
Guía de acciones estratégicas para prevenir y combatir la discriminación:  ONUSIDA