En el siguiente informativo encontrarás contenido relacionado con algunos riesgos que hay de nacer en Huehuetenango.

Huehuetenango destaca por ser uno de los departamentos con mayor población infantil y también por ser uno de los que registra mayor cantidad de nacimientos cada año en Guatemala. Sólo en 2022 vieron la luz en ese territorio alrededor de 839 bebés.

Sin embargo, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) considera que Huehuetenango constituye uno de los espacios con mayor carencia de recursos para el desarrollo de una niñez sana y feliz, como Alta Verapaz y Totonicapán. La falta de electricidad, de drenajes y de tecnología, coinciden con la abundancia de mortalidad y de embarazos en adolescentes en el considerado “epicentro de la migración” en el país.

El 44 por ciento de los pobladores del departamento no cumplen la mayoría de edad, una quinta parte de quienes superan los seis años no sabe leer ni escribir y los embarazos tempranos ascienden a 17 de cada 100 niñas y adolescentes en esa condición. Asimismo, lidera como el lugar de origen de la mayoría de los menores migrantes guatemaltecos y es el sitio con más menores en uniones precoces.

Incluso, dos municipios del departamento -Santa Bárbara y San Mateo Ixtatán- ocupan el antepenúltimo y el último puesto en todo el país en el índice de bienestar infantil. El primero, con 98 de cada 100 hogares con leña para cocinar, lo que “duplica el riesgo de neumonía y otras infecciones agudas de las vías respiratorias en menores de cinco años… (y)… se vincula la exposición al humo dentro de las viviendas con asma, cataratas o tuberculosis”, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS/OPS).

En Santa Bárbara, apenas uno de cada 100 niñas y niños tiene acceso a una computadora, lo cual puede limitar su capacidad de adquirir habilidades tecnológicas y, por consiguiente, reducir las posibilidades de obtener empleos bien remunerados en el futuro, de acuerdo con UNICEF.

Mientras que en San Mateo Ixtatán, viven infantes en la mitad de los hogares y en 40 de estos los niños carecen de preparación escolar para leer y escribir. Al menos 99 viviendas de cada 100 cocinan con leña y son pocos los que cuentan con estufa, refrigerador, radio y televisión.

El organismo de Naciones Unidas determinó, además, que las personas en estos territorios solo cursan la primaria, en promedio, y como consecuencia de la inseguridad alimentaria y de salud al menos un ochenta por ciento tienen probabilidades de morir antes de cumplir cinco años.

Según el Censo de 2018, Huehuetenango ocupaba el tercer lugar con menos acceso al agua a través de tuberías dentro de las viviendas y seis de cada diez hogares se abastecían de pozos, chorros públicos, entubados externos a las casas y lluvia.